viernes 1 de jul a la 1.22 de la madrugada, vuelvo a tener insomnio
esta entrada es una reflexión... sobre lo ocurrido hace poco. Había empezado a usar mis meditaciones como una manera de atraer un futuro que siendo sinceros, era bastante imposible. Aun así confié ciegamente en mi niña interior, mi ser de otro universo, mi mejor versión... para nombres gustos, y confié en que ella sería capaz de cumplir mis visiones. No lo hizo, la realidad que se ha creado no es la que deseaba pero me cuestiono una cosa, porque?
Un ser tan especial como Ella no haría las cosas a la ligera, si ha ocurrido esto es por algo. He decidido confiar, de nuevo, en que es por aquí por donde se llega a mi felicidad externa -la interna está encontrada desde hace mucho :P-
Un besito a Mar, que hace mucho que no la veo y la echo de menos :( para que nos veamos pronto y sonriamos juntas :D
Y otro para Lou, que siempre me apoya, gracias por ser especial suficiente para entenderme ^w^ a mi y a mis métodos de conseguir las cosas xD
"La intención es posíblemente la herramienta más poderosa que tenemos" ...Es cómo la llave que hace que el coche funcione...
Si ponemos nuestra intención en que eso es así, y sostenemos esa intención, innegablemente ...eso es así.
La atención es lo que crea...pero nuestra intención es dispersa...
Una vez afinado nuestro pensamiento, nuestra palabra y nuestra obra, la intención es todopoderosa.
¿Cuál es tu técnica de oración?
Respuesta: Se inicia con el deseo, porque el deseo es la fuente principal de la acción. Debes conocer y definir tu objetivo, entonces condénsalo en una sensación que implique el cumplimiento. Cuando tu deseo esté claramente definido, inmoviliza tu cuerpo físico y experimenta, en tu imaginación, la acción que implica su cumplimiento. Repite este acto una y otra vez hasta que tenga la vividez y la sensación de la realidad.
O bien, condensa tu deseo en una sola frase que implique el cumplimiento, tal como: “Gracias Padre”, “¿No es maravilloso?”, o “Se ha terminado”. Repite esa frase o acción condensada en tu imaginación una y otra vez. Entonces, o despiertas de ese estado o te deslizas en lo profundo. No importa, pues el acto está hecho cuando tú lo aceptas completamente como terminado en ese estado soñoliento, adormecido.