Una vez, bajaba yo de Güéjar, con un camión delate mía. Llevaba dos pisos de coches, en total, cuatro. Hacía cosas raras. Como cambiar de carril de vez en cuando. A principio pensé…”jo, que mal conduce, si lo adelanto me echa de la calzada con sus vaivenes. ¡qué tío!”. Me relajé.

Al hacerlo, me dio por mirar para arriba. “Guauuu, si el conductor no hubiera invadido la calzada contraria, habría chocado con los árboles…!! Pues no era tan temerario el tío, sino todo lo contrario.”

Lo único que tuve que hacer para entender la situación, para mirarla realmente como es, fue mirar hacia arriba, es decir, cambiar mi punto de visión, cambiar la perspectiva, mirar desde otro lado…. y sobre todo… mirar sin juzgar, pues nunca podemos saber realmente los motivos por los que las personas hacen lo que hacen. No tenemos sus perspectivas.

Esta semana, la estoy mirando con perspectiva, el lunes genial, el martes horrible, el miércoles mejor, el jueves fatal…¡menuda montaña rusa! Pero ante los días malos, y los sucesos horribles en mi cole, cambié la perspectiva, simplemente dejé de mirar el momento pequeño y amplifiqué mi visión. Eso me permitió ver cosas nuevas, y tomar decisiones NUEVAS.

Por eso ahora escribo esta entrada desde el parque de las ciencias, lugar que me encanta, notando como a pesar de los momentos horribles de esta semana, he sabido pivotar en cada momento y ver la mejor parte de cada situación. Merece la pena. VES COSAS NUEVAS.HACES COSAS NUEVAS.

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